Alargando la vida de tu iMac

Ya hacía varios meses que notaba una pérdida de rendimiento en el equipo de sobremesa, un iMac de 20″ que compramos a mediados del 2007. Algún cuelgue y arranques que terminaban en pantallas bloqueadas, con lineas de colores en pantalla…  la cosa iba de mal en peor, hasta que un intensivo Apple Hardware Test de más de una hora lanzó como resultado un “4M0T/1/40000003: HDD”. Definitivamente era cosa del disco duro, el cual con sus 250GB ya hacía tiempo se había quedado pequeño.

A partir de aquí no me hago responsable de estos consejos y os recomiendo que acudáis a cualquier sitio en donde tengan experiencia y herramientas adecuadas como clubbyte.

Siguiendo la guía de iFixit y el video incluido, consiguiendo los destornilladores Torx adecuados, e improvisando la ventosa con un joystick de MSX (sí, estáis leyendo bien) que todavía conservo en la vitrina de los gadgets, en poco más de una hora tenía ordenador nuevo. Aprovechando el cambio, un WD de 2TB con 64MB de cache para no quedarnos cortos en un par de años, y con vistas a poder seguir usándolo como disco externo en un futuro.

Lo primero que llama la atención es la manera en la que el cristal va sujeto a la carcasa del iMac. Imanes! No requiere de mucha fuerza, ni tampoco se ve delicado o frágil en las manos. Operación fácil.

Una vez tenemos el cristal extraído, y el frontal de aluminio con la manzana, ya vamos viendo las distintas piezas, ventiladores, pantalla… y polvo, 5 años de polvo acumulados y que el aspirador se ha encargado de limpiar, que buena falta le hacía.

La pantalla va sujeta con unos pocos tornillos y 4 conectores aéreos que se pueden ver en la foto en la parte derecha, los cuales conviene recordar en qué orden iban emparejados (“conviene” no mezclar alimentación con datos).

Tras esto viene el disco duro, el cual va enganchado aparte de sus típicos conectores SATA con el sensor de temperatura, hay que hacerlo con cuidado para que se quede pegado ni arrancar ningún cable. Una operación de palanca apoyándonos en la peana del iMac y tenemos el disco fuera. Montamos el sensor en el disco nuevo y repetimos todas las operaciones en sentido inverso.

iMac nuevo. Y ahora la gran pregunta, ¿actualizaríais a Lion y Mountain Lion un equipo como este? O mejor quedarse en Snow Leopard. Hay que tener en cuenta que el límite de memoria en este modelo es de 4GB, aunque por ahí he leído que puede llegar a reconocer 6. Se aceptan recomendaciones. ;)